LA NECESIDAD DE CRECIMIENTO DE LOS DESPACHOS DE AUDITORÍA

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El crecimiento de los despachos es una necesidad de los profesionales de nuestro país y por ello es una de las principales prioridades del REA Auditores del Consejo General de Economistas. La calidad de los trabajos de auditoría es muy alta y debemos estar muy orgullosos de nuestro trabajo. Existe una imagen de escándalos que, supuestamente, nos afectan, que no se corresponde con la realidad; tan solo se sanciona a unos 50 encargos sobre 60.000 informes firmados al año de media. Teniendo en cuenta estos datos, los pequeños y medianos auditores deben continuar priorizando la calidad de los trabajos, incrementar y ajustar los honorarios a los recursos necesarios para realizarlos y ser más competitivos. El crecimiento puede ayudar a alcanzar estos objetivos.

Los datos publicados por el ICAC de la situación de la auditoría en España en 2020 reflejan varias conclusiones, partiendo de la excesiva concentración del mercado en pocas firmas, el resto de los despachos parece ser excesivo en número, con plantillas de personal reducidas que pueden comprometer la necesaria especialización de los despachos, ante una ingente normativa de auditoría o de otra naturaleza, que puede afectar a la competitividad y futuro profesional de estos despachos. Además, debe tenerse en cuenta todo ello con problemas en la captación y retención del talento profesional.

Debemos tener en mente los riesgos más comunes, si el despacho de auditoría no toma decisiones al respecto. La tendencia del mercado es a concentrarse y ofrecer más servicios y más competitivos, además de las exigencias tecnológicas y técnicas requeridas. Por ello, no crecer puede suponer decrecer a medio y largo plazo.

Otra cuestión que nos podemos plantear, son las consecuencias que puede provocar el cambio.

Entre ellas, podemos citar, entre otras, pérdida de libertad, tomar decisiones precipitadas, no alineación con nuevos socios, diferencias relevantes entre políticas retributivas y de enfoque de gestión del personal entre despachos, riesgo reputacional y de la calidad, mayor complejidad en los procesos y tomas de decisiones y, finalmente la imagen y marca.

La pregunta relevante es: ¿nuestro despacho está preparado para el cambio?

Es necesario valorar entre otros aspectos: la retribución del personal y socios en relación con su aportación de valor real, ser conscientes de que se necesitará una mayor dedicación de horas y esfuerzo para que el cambio sea un éxito, los procesos serán más estructurados y se incrementará el sistema de reportes entre otros.

Este tipo de actuaciones suponen exigencias que depende de las fórmulas de integración. Las más habituales, red nacional o internacional, asociación, fusión y colaboración. También habrá que valorar otras situaciones que no son de integración y que puede ser la venta de una cartera comercial.

En relación con lo anterior, los requisitos pueden ser: de imagen, exigencia de participación y presencia en diferentes ámbitos, idiomas, comisiones o cobro de derechos, asunción de pactos de salida en determinadas firmas, controles, reportes y tecnologías de la información.

Teniendo en cuenta todo ello, siempre hay que tener en cuenta las oportunidades o ventajas del cambio.

Una mejor reacción ante cambios en el entorno, incremento de personal que permite su mayor especialización e intercambio de conocimientos y equipos, mejor respuesta ante el regulador, compartir nuevos desarrollos y costes de herramientas, protocolos e inversiones, adquirir mayor capacidad y solvencia económica y técnica que permita acceder a mayores contratos y, finalmente, una mejora de imagen y marketing.

Y en cuanto al momento, ¿Cuándo debe empezar y planificarse el relevo generacional? La respuesta es clara, desde siempre debe existir un plan de carrera, en el que existan reglas claras de evaluación, promoción y entradas y salidas de socios.

Todos somos conocedores de la problemática en relación con la captación y retención del talento humano de los auditores de cuentas. Aunque el mayor tamaño de un despacho no tiene que suponer que tenga mayor calidad y formación, sí que es un factor positivo para captar a nuevos profesionales y que desarrollen su plan de carrera en el despacho.

Los procedimientos para obtener información y relacionarse con otros despachos profesionales son a través de los rankings de prensa, empresas especializadas, listados de empresas, reuniones y congresos, redes profesionales y lógicamente con la información que puede ofrecer el REA Auditores.

Un factor clave es la valoración de la cartera de clientes o negocio. Lógicamente depende de muchos factores y se proponen posibles ratios en función, por ejemplo, del EBITDA o facturación de auditoría. La forma de pago se difiere en el tiempo y existen mecanismos de corrección por pérdida de cartera, la necesaria permanencia de los socios que trasmiten la cartera y la problemática de la firma de los contratos de auditoría plurianuales.

Para finalizar una última cuestión: ¿Una integración cómo puede afectar a nuestras relaciones con el Organismo Regulador? Entendemos que un despacho mayor suele tener mas recursos para atender al Regulador y la gestión del control de calidad interno será mejor.

Y, ¿el número de revisiones se incrementará?, pues no, no debe incrementarse. Y en el caso de una posible sanción, ¿estas serán mas gravosas?, tampoco, las sanciones a los pequeños y medianos despachos, al aplicarse los porcentajes sobre la facturación del auditor y no alcanzar los mínimos, se sanciona por este importe mínimo, por ello es más gravosa porcentualmente.

Por tanto, nuestras conclusiones son claras, el crecimiento es imprescindible y debemos evaluar este reto.

Fotos: mohamed_hassan, Tumisu y PCB-Tech

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